La esfera del Jaeger-LeCoultre Hybris Mechanica à Grande Sonnerie
Jaeger-LeCoultre

Jaeger-LeCoultre Hybris Mechanica à Grande Sonnerie

Relojes

Nos acercamos a uno de esos pináculos del arte relojero. A una pieza única con el movimiento más complejo y de mayor perfección jamás creado. Al Jaeger-LeCoultre Hybris Mechanica à Grande Sonnerie, el primer elemento de la colección Hybris Mechanica 55.

El reloj Jaeger-LeCoultre Hybris Mechanica à Grande Sonnerie es el primer elemento de una trilogía de guardatiempos únicos, la colección Hybris Mechanica 55, compuesta por esta primera creación, el Hybris Mechanica à Triptyque y el Hybris Mechanica à Gyrotourbillon. Tres piezas únicas que, juntas, reúnen nada más y nada menos que 55 complicaciones. Un alarde de innovación, saber hacer y artesanía excepcional de una manufactura con cerca de dos siglos de historia.

Y el primero de ellos es especialmente especial, valga la redundancia, por encarnar el que se considera el pináculo del arte relojero: ser un reloj de sonería. La complejidad de estas piezas, de mecanismos casi imposibles capaces de sonar de forma excepcional, superan con creces cualquier otra complicación. Son, de hecho, la demostración de que sus creadores poseen una experiencia acumulada durante décadas, un dominio único del arte relojero y una aptitud sobresaliente para dominar la física del sonido.

Fondo del Jaeger-LeCoultre Hybris Mechanica à Grande SonnerieJaeger-LeCoultre

Más allá de repetir las horas, los cuartos y los minutos a la demanda de su portador, la denominada repetición de minutos, la gran sonería que incorpora con carillón Westminster hace sonar de forma autónoma el paso de los cuartos y las horas. El Hybris Mechanica à Grande Sonnerie, igualmente, es el único reloj de pulsera que ofrece fielmente la melodía del Big Ben, la sonería más extensa jamás reproducida por un reloj, y ofrece un calendario perpetuo y un tourbillon volante a través de una caja clásica de armoniosas proporciones.

Perfil del reloj Jaeger-LeCoultre Hybris Mechanica à Grande SonnerieJaeger-LeCoultre

En cuanto al funcionamiento del reloj, más allá de la sonería, cabe destacar su calibre formado por más de un millar de componentes, el Calibre 182. Este es, inequívocamente, el movimiento más complejo y de mayor perfección jamás hecho hasta la actualidad para un reloj de pulsera, según la manufactura Jaeger-LeCoultre.

El mismo se encuentra en una caja de oro blanco de 44 milímetros, que enarbola el diseño clásico, refinado y elegante de la línea Duomètre. Rebosante de sobriedad, con indicación de la hora digital saltante, minutos, modo de sonería, indicaciones de calendario en el fondo, dos reservas de marcha, una esfera dividida en dos partes y una pequeña abertura que permite contemplar los elementos de la sonería. Su fondo, transparente, ofrece la posibilidad de observar el tourbillon y los martillos del reloj.

Toni Castillo
Toni Castillo

La curiosidad a veces me pierde y la inquietud hace que me embarre. Pero sin la una y la otra no sería lo que soy. Me gusta lo sencillo, lo simple, tener respuestas y, si no las encuentro, sacar enseñanzas. Levantarse si se cae. Andar y no parar. Sin la tecnología no sería nadie, pero sin un pedazo de papel y un lápiz me encuentro perdido. De ciudad, pero de campo. De mar, pero de montaña. Hedonista de las pequeñas —y a veces grandes— cosas. Definirse no es sencillo, pero al menos lo he intentado.