Capeland Shelby Cobra 1963 con su correa de piel negra y amarilla
Baume & Mercier

Capeland Shelby Cobra 1963, un reloj símbolo de la competición y la resistencia

Relojes

Capeland Shelby Cobra 1963 y Capeland Shelby Cobra 1963 Competition, dos relojes para honrar a Carroll Shelby y al coche más laureado, el Cobra CSX2128, triunfador en las 12 Horas de Sebring de 1963.

Desde la fundación de Baume & Mercier en 1830, sus relojes se han vinculado estrechamente a la competición automovilística. Por su indiscutible precisión, ese saber hacer artesanal, una tremenda resistencia y una estética más que imponente, atemporal y elegante. Es por ello que aprovechando la colaboración que desde 2015 mantiene con Carroll Shelby Inc., la firma quiere rendir homenaje a su creador, el desaparecido piloto y diseñador de automóviles Carroll Shelby.

Decía el piloto de Fórmula 1 y de las 24 Horas de Le Mans, prueba que ganó en el 1959: «Nunca dejes que nadie te aparte de tus sueños». Y la empresa suiza le obedeció. Su anhelo fue el de reconocer el espíritu de resistencia que hace superior a un campeón, a alguien que logra el éxito gracias a su pasión, a su coraje y a una profunda voluntad. La forma que encontraron para hacerlo fue inspirarse en uno de los mejores coches creados por este constructor para llevar a cabo una serie limitada de relojes.

El modelo elegido es uno de los Cobra más laureados de cuantos se recuerdan, el CSX2128. Un roadster de carreas construido con el objetivo de competir en las 12 Horas de Sebring de 1963, conducido por el trío de pilotos conformado por Dan Gurney, Lew Spencer y Dave MacDonald, que cumplió los sueños de Carroll Shelby. Y la segunda edición del Capeland Shelby Cobra, el Capeland Shelby Cobra 1963 y Capeland Shelby Cobra 1963 Competition, fue la culminación del anhelo.

Capeland Shelby Cobra 1963 Competition con su corra de cauchoBaume & Mercier

Hablamos de dos versiones de un único reloj, ambas limitadas a 1.963 unidades, destinadas a representar «la tenacidad en la consecución de los sueños», en palabras de sus creadores. Una pieza con movimiento mecánico automático de fabricación suiza, el calibre Valjoux 7753, que pretende recordar con su esfera el emblemático salpicadero del Cobra. Con ese profundo color negro, las dos bandas horizontales tono sobre tono, las agujas que representan la forma del volante y el segundero del cronógrafo con el emblema del fabricante de automóviles.

Ambos cronógrafos se ofrecen en una caja de 44 milímetros, aunque cambian el material con el que se fabrica: uno opta por el acero pulido y satinado y otro por el acero con tratamiento ADLC negro ultrarresistente. De igual modo, ambos se ofrecen con dos corras diferentes: una de piel de aligátor negro con un forro revestido de caucho amarillo cerrada con una hebilla tradicional, una verdadera belleza, y otra de caucho vulcanizado, también de color negro, con un triple cierre desplegable con botón de seguridad.

Toni Castillo
Toni Castillo

La curiosidad a veces me pierde y la inquietud hace que me embarre. Pero sin la una y la otra no sería lo que soy. Me gusta lo sencillo, lo simple, tener respuestas y, si no las encuentro, sacar enseñanzas. Levantarse si se cae. Andar y no parar. Sin la tecnología no sería nadie, pero sin un pedazo de papel y un lápiz me encuentro perdido. De ciudad, pero de campo. De mar, pero de montaña. Hedonista de las pequeñas —y a veces grandes— cosas. Definirse no es sencillo, pero al menos lo he intentado.