Vista general del Mercado de Colón
Mercado de Colón

6 mercados gastronómicos donde disfrutar de otra manera

Gourmet
Un paseo por seis de los nuevos mercados españoles, espacios consagrados a la gastronomía que llena la bolsa pero también el estómago, sin necesitar alejarse de los puesto. Mercados gastronómicos en Madrid, Valencia, Sevilla, Toledo y Córdoba.

Los mercados llevan décadas transformándose. Si antaño nuestras abuelas acudían a ellos buscando llenar la despensa, porque ese y no otro era el lugar en el que abastecerse profusamente, nuestros padres han hecho lo propio cuando esperaban encontrar calidad superlativa. Un producto genuino, próximo y de temporada, diferenciado del disponible en cualquier gran superficie. Y en ese camino a la diferenciación muchos de ellos se han salido de la senda bien reinventándose, bien partiendo desde cero con una nueva concepción.

Para una amplia mayoría de nosotros, los mercados —algunos— han pasado de llenar nuestra bolsa de la compra, a llenar también nuestro estómago. De proporcionarnos productos de calidad con los que nutrir nuestro frigorífico, a ofrecérnoslos también en forma de tapas, bocatas, sándwiches u otras cuidadas elaboraciones. El mercado de toda la vida ya no es el que era y en Hedonistas hemos decido salir a la calle y darnos una vuelta por algunos de los que se han entregado a estas nuevas tendencias de ocio gastronómico o se han cimentado en ellas. Mercados gastronómicos, como los podríamos llamar para diferenciarlos de los más tradicionales, que nos hacen disfrutar de una manera distinta del producto fresco, cercano, o no tanto, y de calidad.

Mercado de San Antón, Madrid

Una planta del Mercado de San AntónMercado de San Antón

Entre las calles Augusto Figueroa, Barbieri y Libertad de la ciudad de Madrid, en un antiguo solar que producía la intersección de las tres vías, se levantó el Mercado de San Antón. Este es la evolución de un mercadillo callejero que abasteció al barrio de Justicia durante el siglo XIX. Un zoco tan popular que incluso Galdós lo citó en la segunda parte de Fortunata y Jacinta. Ahora el recinto, frecuente punto de encuentro del colorista barrio de Chueca, goza de la renovación a la que fue sometido en el año 2010.

En sus más de 7.500 metros cuadrados repartidos en tres alturas se dan la mano la tradición y la modernidad. La primera planta se dedica al producto perecedero, su vertiente de mercado convencional; la segunda a diez puestos de show-cooking, comida para llevar y un espacio multifuncional dedicado a actividades culturales; y la tercera al restaurante-terraza conocido como La Cocina de San Antón. En él podemos disfrutar de una cocina de mercado con productos de temporada o, si lo deseamos, de nuestra compra. Porque podemos comprar carne o pescado en la primera planta y subirlo al restaurante para que nos lo cocinen, incluyendo el propio establecimiento las guarniciones y acompañamientos que la materia prima pudiese demandar.

  • Calle Augusto Figueroa 24, Madrid.

Mercado de Colón, Valencia

Entrada al Mercado de Colón de ValenciaMercado de Colón

El Mercado de Colón de Valencia fue, desde la finalización de su construcción en 1916, el mercado de abastos que cubría las necesidades crecientes del Ensanche de la ciudad, en el que la burguesía había encontrado su espacio. El proyecto se le encargó al arquitecto municipal, Francisco Mora, e influenciado por las corrientes arquitectónicas de homólogos catalanes como Josep Puig i Cadafalch o Lluís Domènech i Montaner, concibió un edificio modernista, de tres naves, cerrado en sus extremos por dos monumentales portadas de ladrillo y piedra con abundante ornamentación y detalles policromados.

El espacio fue próspero durante décadas, pero a finales del pasado siglo fue decayendo por la falta de mantenimiento, el cierre de puestos y la ausencia de clientes que preferían otra clase de superficies comerciales. Fue en aquel momento cuando se decidió reinventarlo y convertirlo en el espacio de ocio gastronómico que es hoy en día. En el 2003 se restauró por completo, respetando su esencia, y diversos negocios se instalaron en él paulatinamente. Varios restaurantes de vanguardia y cocina creativa, destacando los de Ricard Camarena, cafeterías, horchaterías e incluso una pequeña zona de mercado. Un agradable espacio en el centro de la ciudad en el que disfrutar de diversas propuestas gastronómicas en un marco verdaderamente incomparable.

  • Calle Jorge Juan 19, Valencia.

Mercado de San Agustín, Toledo

Un puesto de embutidos y quesos del Mercado de San Agustín de ToledoMercado de San Agustín

Nacido como un mercado de nueva planta en el año 2014, el Mercado de San Agustín ha sido todo un revulsivo en la ciudad de El Greco. Estructurado en cuatro plantas, todas ellas entrelazadas y visibles desde todos los niveles al estar construidas mediante un particular sistema de entreplantas, aboga por impulsar el producto regional y local promocionándolo de una forma distinta, cercana y actualizada a los nuevos tiempos. Ofreciendo a vecinos y visitantes todo lo que puedan demandar de la gastronomía propia en un único lugar.

La planta baja del Mercado de San Agustín se ha diseñado como el lugar de paso que es, donde es posible tomar un café de forma relajada, llenar el estómago entre horas con un apetecible pincho o disfrutar de una buena copa de vino. La primera planta dobla la apuesta de la principal y apuesta por platos más contundentes, por espacios donde disfrutar de la carne, de generosas tapas, buen marisco e incluso comida italiana. En la segunda planta el espacio lo ocupan una hamburguesería, Show Burger, un restaurante de cocina fusión japonesa-peruana, Musakaya, y una sala destinada al show cooking. Finalmente, la terraza, la cuarta planta, se consagra al completo a la coctelería. Y una sorpresa: bajo el nivel de la calle, entre restos de un aljibe de época medieval descubierto durante la construcción del edificio, un espacio íntimo en el que disfrutar de la noche y la música en directo.

  • Cuesta del Águila 1-3, Toledo.

Mercado la Lonja del Barranco, Sevilla

Exterior del Mercado la Lonja del Barranco de SevillaMercado la Lonja del Barranco

A las puertas de la incipiente Restauración borbónica, la ciudad de Sevilla estaba necesitada de una lonja, un espacio moderno y adaptado a los tiempos que corrían que satisficiera la necesidad de recepción y venta de pescado. El proyecto comenzaría a andar, pero no fue hasta más de una década después, en el año 1876, cuando se le encargaría el diseño al notable ingeniero francés Gustave Eiffel y su construcción a los talleres metalúrgicos sevillanos Portilla y White. La lonja, que pasaría a ser conocida popularmente como «las naves del barranco», se concluyó definitivamente bajo las órdenes del arquitecto del consistorio, José Sáenz López, en 1883.

Sin embargo, acercándonos a las últimas décadas del siglo XX, quedó en desuso. No sería hasta el año 2014 cuando el espacio localizado junto al puente de Triana de la capital hispalense, a orillas del Guadalquivir, se recuperó. Tras ser sometido a una escrupulosa restauración, el Mercado la Lonja del Barranco de Sevilla abrió sus puertas ofreciendo un mercado gastronómico distribuido en dos plantas y más de 1.200 metros cuadrados con veinte experiencias gastronómicas. Uno destinado a la carne, dos al pescado, uno a la charcutería, dos a los quesos, uno a las verduras, uno a la pastelería, tres al vino, la cerveza y la coctelería y siete a productos concretos como las conservas, las croquetas, el arroz o la cocina japonesa.

  • Calle Arjona s/n, Sevilla.

Mercado de San Ildefonso, Madrid

Fachada del Mercado de San Ildefonso de MadridMercado de San Ildefonso

El Mercado de San Ildefonso de Madrid comenzó su andadura en la primera mitad del siglo XIX, siendo uno de los primeros grandes mercados de los que dispuso la capital española. Pero el tiempo, a veces, es implacable, y aquel primitivo mercado desapareció. No fue hasta el año 2014 cuando renació de sus cenizas con un espíritu que se alimentaba de la concepción del mercado tradicional para convertirse en street market, al estilo de los presentes en ciudades como Londres o Nueva York. En el espacio, situado en la emblemática y bulliciosa calle Fuencarral, se hallan casi una veintena de puestos gastronómicos con una oferta sumamente especializada y tremendamente cualitativa.

Su objetivo es llevar la diferenciación al más alto nivel, incluso entre iguales, alejándose de la trivialización del concepto de mercado, para afianzar la apuesta decidida por el producto, el ocio y la socialización en torno al buen comer. Con puestos entregados a empresas alimenticias familiares consagradas y jóvenes restauradores emergentes. Hablamos de Arturo Sánchez ofreciendo buen jamón al corte; de Bayontin, con conservas premium; de Francesco’s, con sus pizzas artesanales; o 180º, con sus frituras andaluzas y sus inconmensurables patatas bravas. Todos estos quioscos se distribuyen a lo largo de tres plantas, complementadas además con tres barras con toda clase de bebidas a la carta, y dos agradables terrazas.

  • Calle de Fuencarral 57, Madrid.

Mercado Victoria, Córdoba

Terraza del Mercado Victoria de CórdobaMercado Victoria

Ubicado en la antigua caseta de feria del Círculo de la Amistad de Córdoba, una vetusta estructura de forja levantada en el año 1877, el Mercado Victoria abrió sus puertas siendo el primer mercado gastronómico de Andalucía. Rodeado de los privilegiados Jardines de la Victoria, a escasa distancia del casco antiguo y centro de la bonita ciudad ribereña, ofrece casi una treintena de puestos en los que disfrutar de la gastronomía allí mismo o en una de sus ocho terrazas.

Sus diversas propuestas se distribuyen entre cocina tradicional, con espacios dedicados a las patatas asadas, los flamenquines, los bocadillos o el salmorejo; cocina internacional, con puestos ofrecidos a la gastronomía mexicana, india o argentina; y carne, con un sitio de hamburguesas y otro de ibéricos. También se dedica un quiosco a las frutas y verduras, otro a los pasteles, otro a los quesos y cuatro a los vinos y cervezas. El Mercado Victoria, además, programa semanalmente toda clase de actividades en torno a la cultura, la música y los deportes, así como talleres y demostraciones. Una completa oferta para alimentarse, deleitar el intelecto e incluso instruirse.

  • Paseo de la Victoria s/n, Córdoba.

Toni Castillo
Toni Castillo

La curiosidad a veces me pierde y la inquietud hace que me embarre. Pero sin la una y la otra no sería lo que soy. Me gusta lo sencillo, lo simple, tener respuestas y, si no las encuentro, sacar enseñanzas. Levantarse si se cae. Andar y no parar. Sin la tecnología no sería nadie, pero sin un pedazo de papel y un lápiz me encuentro perdido. De ciudad, pero de campo. De mar, pero de montaña. Hedonista de las pequeñas —y a veces grandes— cosas. Definirse no es sencillo, pero al menos lo he intentado.