Diferencias entre jamón ibérico y serrano

Jamón ibérico y serrano: todas las claves para distinguirlos

Gourmet
¿Qué es lo que distingue al jamón ibérico y el serrano? En este artículo te damos las pautas para saber ante qué tipo de producto te encuentras.

Un jamón serrano puede tener una excelente calidad, pero es indiscutible que si se trata de un ibérico, deberíamos de pensar en un nivel superior. El problema es, ¿cómo se puede saber si un jamón es ibérico o no?

La clave estará en la etiqueta. Con ella por delante, hay que tener en cuenta algunos aspectos para saber si un jamón es ibérico.

Las diferencias entre jamón serrano e ibérico que verás en la etiqueta

Corte de jamón

Según los expertos, con el etiquetado por delante, hay algunos aspectos fundamentales en los que tenemos que fijarnos para saber si se trata de jamón ibérico o serrano. Veamos de cuáles se trata:

De dónde procede el jamón

El lugar del que venga el jamón es uno de sus principales rasgos de distinción para saber si se trata de jamón serrano o ibérico.

El jamón serrano es un producto que al proceder del cerdo blanco, se puede encontrar en numerosos países. No ocurre lo mismo con el jamón ibérico, que tan solo puede ser español porque viene del cerdo de raza ibérica.

Hay que tener presente también que en España encontramos cuatro denominaciones de origen de producto ibérico: Guijuelo, Los Pedroches, Jabugo y Dehesa de Extremadura. Por lo que en estos casos es seguro se trata de una pieza de jamón ibérico.

Alimentación que ha tenido el cerdo

También hay que prestar atención al tipo de alimentación que ha seguido el cerdo, porque esto también nos da la pista sobre qué clase de jamón es. En orden a esto, hay dos tipos de jamón ibérico:

  • El ibérico de bellota, que procede de cerdos en cuyo caso la fase final de engorde ha tenido lugar en las dehesas desde el mes de octubre hasta el de febrero.
  • El ibérico de cebo, que como su propio nombre indica viene de cerdos alimentados a base de cebo y que se han criado en la granja todo el tiempo.

Una nota distintiva que no descubrirás a simple vista: el proceso de curación

Jamones ibéricos a la venta

Las anteriores son diferencias que puedes encontrar en la propia etiqueta. Pero hay algo que también distingue al serrano y al ibérico que aunque no puedes saber en principio, también es interesante conocer.

Se trata de cómo se ha curado uno y otro. Aunque en principio el proceso de curación de ambos tipos de jamón es igual, hay una diferencia importante: el cerdo ibérico infiltra la grasa en el músculo, lo que hace que su curación sea más larga y costosa. Así pues, mientras que el jamón serrano tarda 15 meses en curarse, el ibérico necesita entre 24 y 36 meses.

No obstante, una vez que pruebes el jamón, es prácticamente seguro que sin ser un gran experto puedas saber si estás degustando un ibérico o no. En caso de que lo sea la grasa tendrá una textura jugosa inigualable. Y por supuesto su sabor es difícil de confundir.

María Gil Fernández
María Gil Fernández

Enamorada de la escritura, y de todo lo que representa. La compagino con otras pasiones, pero prácticamente todas guardan alguna relación con ella. Y es que no hay nada que me haga sentir más libre que la palabra escrita; esa que no conoce ninguna clase de frontera.