Vista frontal del Spyker C8 Preliator
Spyker

Spyker C8 Preliator, la deportividad más retro

Coches

Su nombre significa «guerrero» y eso es lo que ha sido, desde hace décadas, su firma. Ha superado crisis, ha cambiado una y otra vez de manos, pero continúa. Aquí está y el Spyker C8 Preliator lo demuestra.

El nombre de Spyker, empleado por diferentes compañías desde siglos atrás, ha ido ligado durante décadas a problemas financieros, a dificultades, a bancarrotas. Pero tras esos periodos de obscurantismo resurgió. La firma ahora holandesa renació y su última criatura no puede ser más especial. Es un coche que vimos en el pasado Salón del Automóvil de Ginebra y que nos cautivó. Un modelo que causó un deseo instantáneo, cuasi pecaminoso. El Spyker C8 Preliator.

Este gran deportivo de tercera generación para la firma, llamado a suceder al Aileron que pudimos conocer allá por el año 2009, puede definirse a la perfección utilizando únicamente dos palabras: deportivismo retro. Inspirado en la aviación, en la valentía de aquellos pilotos que tripularon los aviones de combate de una de las antiguas Spyker a principios del siglo XX, emplea un latinismo como nombre que significa “guerrero”. Una denominación que, además, también quiere rendir homenaje a las dificultades por las que ha pasado la empresa y contra las que siempre ha peleado.

Habitáculo del Spyker C8 PreliatorSpyker

El C8 Preliator se equipa con un potente motor V8 de 4,2 litros, firmado por Audi, al que los holandeses le han añadido un compresor que le permite alcanzar los 525 caballos de potencia. Con esta motorización única, se ofrecerán dos cajas de cambios diferentes: por un lado, una manual de seis marchas, conocida como Getrag y que vendrá de serie, y una automática de seis relaciones conocida como ZF, que será opcional. Con todo ello, la aceleración de 0 a 100 km/h la realiza en 3,8 segundos y su velocidad punta se sitúa en los 322 kilómetros por hora. Buenísimas cifras.

Vista cenital del Spyker C8 PreliatorSpyker

Pero lo que verdaderamente sorprende de este vehículo, más allá de su motorización nada despreciable, es su equipamiento, su estética. A su chasis de aluminio se suma una carrocería del mismo material y acero, con claras líneas de inspiración clásica que siguen la estela de su habitáculo, donde verdaderamente el estilo vintage se hace fuerte. Desde la tapicería de cuero a las consolas, desde el cambio a los indicadores de velocidad y potencia, desde los múltiples botones al impresionante volante. Aunque, por mucho que el clasicismo sea imperante, el modelo no renuncia a ópticas led, navegador GPS, head-up display y otros extras de última tecnología.

Del Spyker C8 Preliator, una obra de verdadera artesanía, con muchos detalles rematados a mano, solamente de fabricarán cincuenta unidades.

Toni Castillo
Toni Castillo

La curiosidad a veces me pierde y la inquietud hace que me embarre. Pero sin la una y la otra no sería lo que soy. Me gusta lo sencillo, lo simple, tener respuestas y, si no las encuentro, sacar enseñanzas. Levantarse si se cae. Andar y no parar. Sin la tecnología no sería nadie, pero sin un pedazo de papel y un lápiz me encuentro perdido. De ciudad, pero de campo. De mar, pero de montaña. Hedonista de las pequeñas —y a veces grandes— cosas. Definirse no es sencillo, pero al menos lo he intentado.