Un GTA Spano 2015 de color rojo circulando
Spania GTA

GTA Spano 2015, el superdeportivo español

Coches

Con números de récord se presentó, en el pasado Salón del Automóvil de Ginebra, el GTA Spano 2015. No se sabe todavía ni fecha de lanzamiento ni precio, pero lo que sí sabemos es que todos querremos uno.

El Salón del Automóvil de Ginebra del año pasado se vistió de gala para recibir con grandes honores la última creación de Spania GTA, el último superdeportivo enteramente español, uno de los pocos coches capaces de entregar 925 caballos de potencia máxima: el GTA Spano 2015.

Consola del vehículoSpania GTA

Solamente 99 unidades de este vehículo pisarán la calle, solamente 99 unidades de este modelo que se equipa con un motor biturbo de diez cilindros en V, 7.990 centímetros cúbicos, un gigantesco par motor de 1.220 Nm y una capacidad de desarrollo futura, no para este Spano desafortunadamente, de nada más y nada menos que 1.500 CV. Estas enormes capacidades de los Spania GTA logran colocarlos en los 100 kilómetros por hora desde la posición de parado en unos escalofriantes 2,9 segundos y llevarlo a los 370 km/h de velocidad punta.

La renovación del GTA Spano ha supuesto un cambio de materiales y una sutil pero importante redefinición de líneas donde la habitual agresividad deportiva de los coches de la marca valenciana se han reforzado.

El Spano 2015 con las puertas abiertasSpania GTA

Aliándose con otra empresa española, Graphenano, se ha empleado en la construcción el grafeno en combinación con otros materiales como el kevlar, el titanio, la fibra de carbono o el aluminio para lograr un chasis monocasco, con cockpit incluido, de muy bajo peso y una batería que rebaja, en unas dos decenas de kilos, el peso de las de sus competidores.

El Spania GTA Spano 2015, el superdeportivo español por antonomasia, tan ligero, potente y rápido como promete, estará limitado a solamente 99 unidades que no se sabe ni cuándo saldrán al mercado ni por cuánto.

Toni Castillo
Toni Castillo

La curiosidad a veces me pierde y la inquietud hace que me embarre. Pero sin la una y la otra no sería lo que soy. Me gusta lo sencillo, lo simple, tener respuestas y, si no las encuentro, sacar enseñanzas. Levantarse si se cae. Andar y no parar. Sin la tecnología no sería nadie, pero sin un pedazo de papel y un lápiz me encuentro perdido. De ciudad, pero de campo. De mar, pero de montaña. Hedonista de las pequeñas —y a veces grandes— cosas. Definirse no es sencillo, pero al menos lo he intentado.