Uno de los modelos de Longines DolceVita
Longines

Longines DolceVita, la colección de una elegancia contemporánea

Relojes

Los nuevos modelos de la colección Longines DolceVita, presentados en cuatro tamaños diferentes, representan una elegancia contemporánea y los buenos años de la época histórica que le dan nombre, la 'dolce vita'.

Longines, la manufactura que tiene su sede en Saint-Imier, Suiza, desde 1832, se ha caracterizado desde los principios por una elegancia acorde con los tiempos que ha vivido. Por una distinción en sus creaciones que ha ido acorde al momento actual. Por un refinamiento que ha sabido evolucionar, sin estridencias, junto al paso de los años. Ese valioso pasado, esa historia tan viva, se ilustra en la actualidad de una manera destacadamente especial en la colección Longines DolceVita.

Inspirada en ese periodo histórico que le da nombre, comprendido entre finales de los años cincuenta y principios de los años sesenta en Italia, cuando Roma se convirtió en capital de un estilo de vida despreocupado, consagrado a los placeres más mundanos, adorna las muñecas femeninas celebrando aquel alegre hedonismo.

Longines DolceVita en acero y oro rosaLongines

Es una serie que rebosa feminidad, esa elegancia contemporánea de la que hablábamos. Relojes que evocan el gozo de lo mundano, y a veces superficial, sin ningún ápice de culpa irracional. Que, con líneas geométricas sencillas, curvas suaves, materiales tan preciosos como el acero, el oro blanco y el rosa e incrustaciones de diamantes, acentúan el glamour de tiempos pasados.

Los nuevos modelos de la colección Longines DolceVita se presentan en cuatro tamaños diferentes animados todos ellos por un movimiento de cuarzo. La esfera, además, puede personalizarse con un lacado negro, una versión en nácar blanco o una plateada flinqué adornada con números romanos pintados sobre la superficie. Escogido el estilo deseado, en todas ellas encontraremos índices de diamantes y adornos con forma de un reloj de arena de oro rosa. Sus brazaletes serán de acero con eslabones chapados en oro rosa.

Toni Castillo
Toni Castillo

La curiosidad a veces me pierde y la inquietud hace que me embarre. Pero sin la una y la otra no sería lo que soy. Me gusta lo sencillo, lo simple, tener respuestas y, si no las encuentro, sacar enseñanzas. Levantarse si se cae. Andar y no parar. Sin la tecnología no sería nadie, pero sin un pedazo de papel y un lápiz me encuentro perdido. De ciudad, pero de campo. De mar, pero de montaña. Hedonista de las pequeñas —y a veces grandes— cosas. Definirse no es sencillo, pero al menos lo he intentado.