Un modelo de Empreinte
Empreinte

Las mejores marcas de lencería francesa de lujo

Moda & Co
La lencería es un mundo apasionante y forma parte inseparable de la alta moda. De prendas destinadas a la higiene, han evolucionado hasta ser parte de la estética de una mujer. Estas son las historias de algunas de las marcas de lencería francesa de lujo.

La historia de la ropa íntima, tanto masculina como femenina, se remonta tan atrás en el tiempo que resulta sumamente complejo datar su invención o el comienzo de su uso. Las primeras camisas de lino interiores existían como mínimo desde el 1360 antes de nuestra era, como se comprobó al descubrir el enterramiento del faraón egipcio Tutankamón; y la cultura grecolatina, por escritos de Homero, sabemos que fue una de las civilizaciones precursoras de su uso, con líneas escritas, por ejemplo, sobre el ceñidor que Afrodita prestó a Hera para la reconquista del padre de los dioses y los hombres, Zeus.

Sin embargo, aunque la anatomía humana siempre ha sido la misma, las prendas que se han venido usando han cambiado mucho a lo largo de los siglos, especialmente cuando hablamos de la lencería femenina. De los corsés de época napoleónica, capaces de provocar desmayos a aquellas féminas de alta alcurnia que tenían el cuestionable privilegio de portarlos, hasta la llegada del nailon en los años cincuenta, la democratización de la ropa interior femenina y el surgimiento, al compás de la moda, de piezas como el panty que daban forma al vientre, eran perfectas para llevar con minifalda y favorecían también el uso de pantalones.

Y en toda esta evolución, desde hace décadas y décadas, mucho ha tenido que ver Francia. Su floreciente creatividad en torno a la moda nunca se suscribió solamente a lo que se ve, sino también a lo que no, y de usarse básicamente por cuestiones de higiene, pasó a emplearse como un elemento más con el que realzar el cuerpo. Así hemos llegado a un momento en el que es posible encontrar toda clase de prendas, desde las más clásicas a las más contemporáneas, con formas retro o formas mucho más actuales. Braguitas o bragas, sujetadores o wonderbras, medias o ligas, tangas o culottes, corsés o corpiños, picardías o camisones, ligueros o ligas.

Y por supuesto, con un importante mercado dedicado al lujo, porque lo fausto también llega a lo más íntimo. Estas que pasamos a comentar son, sin lugar a dudas, algunas de las mejores marcas de lencería francesa más exclusivas y que mayor mimo dedican a las prendas más apreciadas.

Chantelle

Modelo de sujetado de ChantelleChantelle

Chantelle es seguramente una de las marcas de lencería francesa de lujo que más implantación tiene en España y una de las que más historia tienen. Sus orígenes se remontan a finales del siglo XIX, al año 1878, cuando fue constituida la sociedad que dio lugar a la actual empresa. Eran los años de los corsés más extremos, aquellos que pretendían esconder cualquier curva del cuerpo de la mujer pretendiendo llevar la cintura y el abdomen a su mínima expresión. En la actualidad, es una de las firmas de ropa íntima más valoradas internacionalmente. El eslogan que usaron a principios de los 90, «Puede ser un detalle, pero es un Chantelle», no exageraba.

Aubade

1875 es el año en el que el doctor Bernard crea una compañía de corsetería, por ser este el elemento que por entonces toda dama de cierto nivel deseaba, y que a mediados del siglo XX terminaría convirtiéndose en Aubade. Es una de esas firmas centrada en adaptar las corrientes de la moda actual, la que se ve, a la moda que no se ve tanto. En sus tiempos fue pionera en la búsqueda de nuevos materiales y técnicas de confección, así como también fue responsable de transformar estas prendas en algo más de lo que eran años atrás, de unir a la simple utilidad la estética, la seducción y el erotismo.

Eres

Aunque nació en 1968 como una firma decidida a renovar los trajes de baño que en aquella época se utilizaban, Irène Leroux, su fundadora, bien pronto se decidió también a ocuparse de la lencería. Consiguió su objetivo con los bañadores y además consiguió desarrollar un estilo propio en lencería que iba más allá de modas, resultando en ocasiones prendas más que transgresoras. Si hablamos de trajes de baño y lencería de lujo, hablamos de Eres.

Empreinte

Un body de EmpreinteEmpreinte

Nacida tras el fin de la Segunda Guerra Mundial en una Francia que echaba a andar de nuevo tras la contienda, en 1946, Empreinte cogía su nombre de una canción francesa y desde la ciudad de Brest proveía de fajas y enaguas a las mujeres de aquella época. Rápidamente, con la influencia americana, apenas dos años más tarde se centraban en los bustos y esos provenientes sujetadores. Las prendas de la firma acompañaron a la mujer y su anhelada liberación hasta los 80, en los 90 llegaría la expansión internacional y el comienzo de su presencia en más de una decena de países de forma directa. En la actualidad, Maison Empreinte continúa dejando huella con prendas en las que destaca la elegancia femenina por encima de todas las cosas.

Barbara

En un apartamento al este de París comenzó en 1926 la firma Barbara, en las manos de una comerciante con ganas de confeccionar sus propios corsés. Era Marcel Bena, quien apenas cuatro años más tarde se uniría a Charles Fossey y juntos comenzarían a construir lo que en 1968 se materializó con el nombre que actualmente conocemos. Con la simbólica emancipación de la mujer, llegaron las primeras colecciones propiamente dichas de ropa interior y, desde entonces, el negocio despuntó. En 1981 sería la primera marca en emplear encajes elásticos para las prendas íntimas y en los 2000 lograrían una gama transparente e invisible bajo la ropa ajustada.

Huit

Huit comenzó su andadura en 1968 con el fin de expresar la personalidad femenina a través de modelos de ropa interior únicos. Su nombre, ocho en francés, no fue baladí. Este número puesto en horizontal, representa el infinito y, a su vez, recuerda a los senos de una mujer. En la actualidad esta marca de lencería de lujo francesa ofrece diseños tanto de ropa interior como de trajes de baños en los que lo contemporáneo, hecho con técnicas artesanas en gran medida y cuidando el último detalle pieza a pieza, son rúbrica inequívoca.

Lise Charmel

Se dice de Lise Charmel que es una de las firmas responsables de haber elevado la ropa interior femenina a alta costura, de haber ayudado a equiparar estas prendas íntimas con cualquier otra pieza de moda. Firma en la que la artesanía, el arte y la creatividad son tan importantes como lo son en otras facetas de la confección. Nació en los años 50, se refundó en el 75 y en la actualidad no deja de perseguir los objetivos que se marcaron en su fundación: buscar sin descanso la máxima belleza de la mujer al mismo tiempo que su máxima comodidad. Prendas de lujo para lucir sin sufrir. Lencería de lujo para la mujer actual y para cualquier situación.

Passionata

Un visual de una colección de PassionataPassionata

Passionata es una firma de lencería de lujo creada por el grupo Chantelle, en el año 1988, en el que las colecciones se definen por un estilo más desenfadado, genuino y particular, influenciado por la mujer latina y en el que los colores son muy importantes. El «espíritu passionista» es el de las chicas desinhibidas y de espíritu libre, con «esa chispa que las demás no tienen». Por eso las prendas que encontramos en su catálogo son sumamente atrevidas, vitalistas y alegres, en el que las imposturas se dejan de lado y se revela el lado más juguetón.

Simone Pérèle

«¡Para sacar a la luz toda su belleza, comencemos por liberar el cuerpo de las mujeres!» dice que exclamó Simone Pérèle cuando se estableció en un pequeño taller de corsetería en las inmediaciones de los grandes bulevares parisinos. Desde allí, con esa personalidad diferente y una forma de entender la feminidad que trasciende tendencias y corrientes pasajeras, su firma homónima ha ido evolucionando hasta un punto en el que a la hora de diseñar una pieza de lencería entra en juego la moda, la comodidad y la feminidad, pero sobre todo y especialmente, el propio estilo cultivado por la firma.

Patricia de Larrazábal
Patricia de Larrazábal

Disfruto de la vida, de escribir a mano, de ver el mar cada mañana, de la buena comida servida con amor y de mis amigos, lo más importante. Me gusta el mundo de la moda, la belleza y viajar, porque sin experiencias, no somos nadie.