Imagen promocional del Belle Epoque Rosé 2005 by Vik Muniz
Perrier-Jouët

Perrier-Jouët Belle Epoque Rosé de Vik Muniz, un encuentro natural

Gourmet

El artista brasileño Vik Muniz ha sido el encargado de decorar una edición especial del Perrier-Jouët Belle Epoque Rosé 2005, que rinde tributo a «esos encuentros fugaces que, tanto en la vida como en la naturaleza, alumbran una belleza única».

Como anillo al dedo, como diseño al champagne. Hace poco más de medio siglo la casa de champanes de Epernay, Perrier-Jouët, concebía la serie de caldos más cuidada de su historia, una colección de la mejor producción de las mejores cosechas que recibiría el nombre de Belle Epoque, Fleur de Champagne al otro lado del Atlántico, y se convertiría tan pronto como su llegada a los escaparates en uno de las mayores glorias de la compañía.

Las cuvées de prestige inevitablemente se convirtieron en emblema, y el grabado que las cubría, unas delicadas espirales de anémonas cornadas de oro obra del artista y maestro vidriero Émile Gallé, uno de los más prematuros y aclamados referentes del modernismo, en alegoría de la estima de la maison por la belleza, la naturaleza y la lírica de lo común

Y tantos decenios después una de las nuevas referencias de la colección, el Belle Epoque Rosé 2005, reivindica aquella celebración de lo cotidiano de la mano del artista brasileño Vik Muniz. Este exponente del arte contemporáneo que ha expuesto en plazas tan destacadas como el Metropolitan Museum of Art de Nueva York o el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, se ha valido de la incomparable luz rosada del champán para dar vida sobre el transparente vidrio a un ensoñador encuentro entre las emblemáticas flores de Gallé y un espléndido colibrí dorado.

Vista completa de la botella del Belle Epoque Rosé 2005 diseñado por Vik MunizPerrier-Jouët

Son, en palabras de Muniz, «esos encuentros fugaces que, tanto en la vida como en la naturaleza, alumbran una belleza única», encuentros entre un pájaro y unas flores o entre la chardonnay, la pinot noir y la pinot meunier que forman su coupage. El producto de tal ensamblaje, fruto de una añada excepcional de generosos contrastes, es uno de los vinos más extravagantes y sensuales que jamás ha visto la Belle Epoque, en palabras del chef de caves Hervé Deschamps, un champán con todo el terroir de esta prestigiosa casa, fresco, elegante y floral.

El Perrier-Jouët Belle Epoque Rosé 2005 diseñado por Vik Muniz es una edición especial, más que nunca de colección, difícil de olvidar tanto por el contenido como por el continente.

Toni Castillo
Toni Castillo

La curiosidad a veces me pierde y la inquietud hace que me embarre. Pero sin la una y la otra no sería lo que soy. Me gusta lo sencillo, lo simple, tener respuestas y, si no las encuentro, sacar enseñanzas. Levantarse si se cae. Andar y no parar. Sin la tecnología no sería nadie, pero sin un pedazo de papel y un lápiz me encuentro perdido. De ciudad, pero de campo. De mar, pero de montaña. Hedonista de las pequeñas —y a veces grandes— cosas. Definirse no es sencillo, pero al menos lo he intentado.