Si hace poco hablábamos de la experiencia que es viajar por el Algarve portugués, hoy nos metemos de lleno a lo que significa viajar por Atenas, la capital de Grecia. Se resume en que es algo parecido a hacer un viaje en el tiempo y regresar hacia aquella antigua civilización en la que destacaban valores como la arquitectura y el pensamiento filosófico.
Pues bien, precisamente al hilo del legado cultural que nos han dejado los griegos de aquella época, hay una serie de visitas obligadas que no puedes dejar de apuntar en tu plan si vas a pasar unos días en Atenas. Te contamos de cuáles se trata.
1. El Templo de Poseidón
Esta construcción se levantó en pleno siglo V a.C., en la península de Sunión. Y ello se hizo con en honor a Poseidón, que en la religión de aquel tiempo era considerado el Dios del Mar.
Se suele decir que en el Templo de Poseidón se disfruta de las más maravillosas puestas de Sol de todo el mar Egeo.
2. La Acrópolis
Dos milenios de antigüedad no han podido mermar la calidad acústica de la Acrópolis de Atenas. No en vano en este lugar se puede disfrutar no solo de una de las clásicas tragedias griegas, sino de otros espectáculos como excepcionales ballets.
Eso sí, para ello debes acercarte a este lugar entre los meses de junio y septiembre, ya que solo durante los meses de verano se ofrecen estas representaciones en la Acrópolis griega.
3. El Ágora
En el Ágora de Atenas tenían lugar los principales eventos de la vida de la ciudad, tanto a nivel administrativo como político, social y comercial. Además era su principal centro cultural y religioso, y donde se ejercía la justicia griega.
Hoy en día en el nuevo Ágora se celebran numerosos eventos a lo largo de todo el año, manteniendo así parte del espíritu con el que se creó en su día.
4. Los Evzones
Cada mañana de domingo la Guardia Presidencial Griega se dirige hasta el Parlamento Helénico. No importa lo que ocurra en el resto del mundo, ya que los Evzones realizarán siempre su increíble desfile semana tras semana.
En la antigua Grecia los Evzones eran los regimientos de batallones de élite dentro de la infantería ligera.
De todas estas razones, ¿hay alguna que por sí sola no sea suficiente para que merezca la pena ir hasta Atenas? Por lo tanto, el conjunto de todas ellas da como resultado un viaje que se debería realizar al menos alguna vez en la vida.
