Detalle de una gran sala del Museo de Historia Natural del Londres

Los 10 mejores museos del mundo

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La cultura es algo del día a día, un deleite que debe cultivarse, un gozo del que estar orgullosos. Eso lo sabemos y bien, por ello hemos querido reunir los que para nosotros, y muchos otros, son los diez mejores museos del mundo.

El 18 de mayo es el día escogido por el International Council of Museums para celebrar en todo el planeta, desde el año 1977, el Día Internacional del Museo. Pero cualquier hedonista que se precie sabe que reivindicar el papel de los centros de exposiciones, desde de los más pequeños a los más grandes, debe ser una cuestión del día a día. La cultura es importantísima, cultivarse en ella, hacerla propia y disfrutarla. Porque el placer también se siente gozando del conocimiento. Es por esta razón que en Hedonistas hemos querido reunir una selección de los que creemos que son los mejores museos del mundo, las más grandes catedrales del saber.

La lista se limita a diez centros expositivos, porque en algún punto debíamos terminar la enumeración, y para elegirlos nos hemos intentado regir por conceptos objetivos como el valor de las obras que en ellos se exponen, la cantidad de visitantes que año a años los visitan y su historia. No deja de ser una lista eminentemente subjetiva, pero convendremos todos en que la calidad de los museos aquí reunidos es intachable. Como suele decirse, son todos los que están, pero no están todos los que son. Estos son nuestros diez mejores museos del mundo.

Museo Británico, Londres

El techo de una de las salas más famosas del British Museum

El que fue uno de los primeros centros de su tipo del continente europeo, el Museo Británico o British Museum en su denominación oficial, es a día de hoy uno de los museos más visitados del planeta, uno de los más importantes y uno de los que mayores obras atesora. Más de ocho millones, concretamente. Las colecciones que pueden verse en sus diferentes espacios, en los que se encuentran mostradas alrededor de cincuenta mil piezas, abordan tanto la etnografía, el arte, la arqueología, o la historia, destacando de forma sumamente especial la sección dedicada al Antiguo Egipto. Es, tras la del Museo Egipcio de El Cairo, la más importante de cuantas existen.

El British, que para visitarlo en su conjunto requeriría más de un día, es principalmente un museo de antigüedades y su vertiente más artística es más bien escasa. Al contrario que espacios más universales, como los grandes museos de grandes capitales mundiales, el de Londres deja para la The National Gallery o The Victoria and Albert Museum el arte de todas partes del mundo.

Museo del Louvre, París

Exteriores del Museo del Louvre

Consagrado al arte anterior al impresionismo, comprendiendo tanto las bellas artes como la arqueología o las artes decorativas, el Museo del Louvre es inequívocamente uno de los museos más importantes del mundo. Es el nacional de Francia, se ubica en París, en el antiguo palacio real del Louvre, y además tiene dos subsedes. Una localizada en el mismo territorio galo, en la ciudad de Lens, y otro en Emiratos Árabes Unidos, en Abu Dabi.

Su importancia, más allá de radicar en la gran calidad de las obras expuestas, reside en lo que significó para la cultura universal su apertura en el año 1793, tras la Revolución francesa. Las colecciones que atesoraban las clases más altas, la monarquía, la burguesía, la aristocracia y la Iglesia, pasaban con su abertura y gracias a la abolición de la institución dirigente y las labores de desamortización, al deleite del conjunto de la ciudadanía. Con más de doscientos mil metros cuadrados, sesenta mil y medio dedicados a galerías, el Louvre expone treinta cinco mil obra y atesora cuatrocientas cuarenta y cinco mil en total.

Museo Metropolitano de Arte, Nueva York

Fachada del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York

El Museo Metropolitano de Arte de la ciudad de Nueva York, conocido por su denominación inglesa, Metropolitan Museum of Art, o simplemente Met, se encuentra ubicado en el corazón de Manhattan y es uno de los museos de arte que todo el mundo debería poder visitar al menos una vez en la vida. La vasta colección del espacio expositivo, comenzada con la donación del que fue su primer presidente, el ejecutivo ferroviario Robert Lee Jenkins, se exhibe en casi una veintena de departamentos claramente delimitados.

Encontramos el de arte del Oriente Próximo Antiguo, el de arte de África, Oceanía y América, el de arte asiático, el de arte egipcio, el del Instituto del vestido, el de pintura europea, el de arte griego y romano, el de arte islámico, el de esculturas y artes decorativas europeas, el de arte medieval, el de arte moderno, el de instrumentos musicales, el de fotografías, el de arte decorativo estadounidense, el de pintura y escultura estadounidense y, finalmente, el de armas y armaduras. De entro todos, destacan las importantes piezas de la antigüedad clásica o las pinturas y esculturas de prácticamente todos los grandes nombres europeos.

Museo Nacional del Prado, Madrid

Una de las entradas al Museo del Prado

Situado en la capital de España, el Museo Nacional del Prado o simplemente Museo del Prado, es seguramente la pinacoteca por excelencia. Su germen surgió según suele datarse en el siglo XVIII, cuando fueron varias las propuestas para la creación de un centro que guardase fondos selectos de bellas artes, pero no fue hasta la Guerra de la Independencia Española cuando germinó. Fue del puño y letra de un rey extranjero, José Bonaparte, la concepción actual del espacio. Empleó el edificio del Paseo del Prado que en un primer momento Carlos III había mandado construir para albergar un museo de ciencias naturales, desechando la idea de su hermano Fernando VI de dedicarlo a pinturas, y terminó ejecutándose tras el fin de la ocupación francesa. De la mano de Fernando VII, y gracias al empeño de su esposa, Isabel de Braganza.

En la actualidad, el Prado es una de las más importantes muestras de pintura europea de cuantas existen. Sus diversas colecciones, compuestas por cuasi treinta mil obras, son especialmente profusas en pinturas de grandes artistas del Viejo Continente de entre los siglos XVI y XIX. En sus salas pueden admirarse numerosos trabajos de Francisco de Goya y Lucientes, Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, El Greco, Pedro Pablo Rubens, El Bosco, Vecellio di Gregorio Tiziano, José de Ribera o Bartolomé Esteban Murillo. Realmente maravilloso perderse en él.

The National Gallery, Londres

Vista lateral de la National Gallery de Londres

La Galería Nacional de Londres es el complemento perfecto del Museo Británico. Si el último se centra esencialmente en las antigüedades la National Gallery se ocupa básicamente del arte, siendo en la práctica una pinacoteca y no un museo de alcance más general. Fue inaugurada en el año 1824 y al contrario que otros espacios, que comenzaron con fondos nacionalizados o expropiados, su colección comenzó con la compra por parte del gobierno británico de la época de varias pinturas a los herederos de un destacado patrono de arte.

Desde entonces hasta el día de hoy, en el que sus más de 2.300 obras pictóricas son uno de los mayores reclamos de la capital inglesa, su finalidad ha sido la de hacer el arte accesible a toda la ciudadanía, provenga de la clase social que provengan. Es por ello que a excepción de exposiciones temporales puntuales, la entrada al lugar es completamente gratuita. El periodo histórico que comprende la National Gallery va desde el 1250 hasta el 1900 y destacan los cuadros de nombres como Miguel Ángel, Van Gogh o Rembrandt. Una experiencia única su visita.

Museos Vaticanos, Ciudad del Vaticano

Cúpula de San Pedro del Vaticano, en los tours de los Museos Vaticanos

El papa Julio II, elegido a principios del siglo XVI, fue el que dio comienzo con su colección de arte privada al conjunto museístico que hoy en día conocemos como Museos Vaticanos y que se encuentran en Ciudad del Vaticano. Se tratan de varios museos temáticos, edificios eclesiásticos, monumentos, galerías e incluso jardines abiertos al público en los que es posible contemplar obras artísticas de todo tipo propiedad de la Iglesia católica y en gran medida fruto de patronazgos papales.

Los diferentes espacios comprenden colecciones arqueológicas, pictóricas, de arte antiguo, de documentos y objetos históricos, frescos de diferentes estancias e incluso arte contemporáneo. Todo ello, además, enmarcado en edificios de significante valor arquitectónico. Las lista completa de los Vatican Museums comprende el Museo Pío-Clementino, el apartamento de Pío V, la Galería de los Candelabros, el Museo Etnológico Misionero, la Galería de Mapas Cartográficos, el Museo Histórico-Pabellón de Carrozas, la Galería de los Tapices, el Museo Pío Cristiano, la Pinacoteca, la Sala Sobiesky y de la Inmaculada, el Museo Egipcio, el Museo Etrusco, el Museo Chiaramonti, el Museo Gregoriano Profano, el apartamento Borgia, las estancias de Rafael y la Sala de la Biga. Uno no queda indiferentes tras pasar por ellos.

Tate Modern, Londres

Interior de la Tate Modern de Londres

Tate Modern es el nombre por el que es conocido de forma popular el Museo Nacional Británico de Arte Moderno. Si el British se ocupa de lo antiguo y la National es la pinacoteca clásica, el Tate se ocupa de ese arte opuesto al arte académico, el que representa la experimentación y huye de la tradición. Está ubicado en el edificio de la antigua central de energía de Bankside, ubicada en la ribera sur del río Támesis, y su reconversión a museo fue obra del grupo de arquitectos suizos Herzog & de Meuron.

Es, según diversas estimaciones, la segunda mayor atracción de la ciudad de Londres y el tercer museo más visitado solamente superado por el Museo del Louvre parisino y el Museo Británico. Con entrada gratuita, el Tate Modern muestra en su colección permanente trabajos de los más destacados artistas del pasado siglo XX, como son Salvador Dalí, Andy Warhol, Pablo Picasso, Henri Matisse, Piet Mondrian o Marcel Duchamp. Otro de sus rasgos distintivos son las notables exposiciones temporales que acoge y en ellas se han podido ver un repaso a obras de genios como Vasili Kandinski o Frida Kahlo.

Museo de Orsay, París

El Museo de Orsay observando el río Sena

La antigua estación ferroviaria de Orsay, del laureado arquitecto Victor Laloux, construida con motivo de la Exposición Universal de París de 1900, alberga desde el primero de diciembre del año 1986 el Museo de Orsay, la pinacoteca con la mayor colección de obras impresionistas del mundo. Se trata de trabajos maestros de las artes plásticas del lapso comprendido entre el 1848 y el 1914, lo que en la práctica es una continuación de las colecciones que podemos encontrar en el Louvre. Además del Impresionismo, también posee pintura postimpresionista, realista, simbólica o romántica, junto a esculturas, fotografías e incluso arquitectura.

En el Musée d'Orsay, su nombre en francés, encontramos por ejemplo cuadros tan famosos como El origen del mundo de Gustave Courbet, Almuerzo sobre la hierba de Manet, Arreglo en gris y negro nº 1 —conocido también como La madre de Whistler— de James McNeill Whistler, Londres, el Parlamento. Claro de sol entre la neblina de Monet o Los acepilladores de parqué de Gustave Caillebotte. En cuanto esculturas, hallamos Anacreonte de Eugène Guillaume, perteneciente al neoclasicismo, Goethe de Pierre-Jean David d'Angers, al romanticismo, o Negro del Sudán de Charles Cordier, del eclecticismo del Segundo Imperio.

Art Institute of Chicago, Chicago

Visión desde uno de los nuevos edificios del Art Institute of Chicago

Uno de los tres principales museos de arte de Estados Unidos, junto al Metropolitan Museum de Nueva York y el Museo de Bellas Artes de Boston, es el Art Institute of Chicago conocido en español como el Instituto de Arte de Chicago. Se trata de un museo, como decimos, pero también de una escuela de arte. Está situado justamente frente al lago Míchigan y en sus colecciones localizamos una importante selección de obras del Impresionismo y Postimpresionismo, aunque también tiene reseñables obras de trabajos pictóricos realizados a partir del Renacimiento.

En él encontramos a Monet con por ejemplo su serie La estación de Saint-Lazare, a El Greco con La Asunción de la Virgen, a Rembrandt con el Hombre con cadena de oro, Señora Cézanne en una silla amarilla de Paul Cézanne, el Cristo crucificado de Zurbarán, Calle de París en día lluvioso de Gustave Caillebotte o El bandido Maragato de Goya. También muestran lienzos de Dalí, Picasso, Matisse, Kandinsky o Malevich. Como último, cabe destacar que en la planta baja se encuentra una colección de armas y armaduras de George F. Harding, de la época medieval y del Renacimiento.

Museo del Hermitage, San Petersburgo

El Palacio de Invierno de San Petersburgo, Museo del Hermitage

En las orillas del río Neva a su paso por la ciudad rusa de San Petersburgo el Museo del Hermitage se levanta imponente. Conformado por un complejo de seis edificios, siendo el más importante el Palacio de Invierno, se trata de uno de los mayores museos y pinacotecas del mundo. Sus colecciones están formadas esencialmente por el patrimonio artístico que durante varios siglos fueron atesorando los zares de la Rusia imperial, alcanzando los más de tres millones de piezas entre lienzos y esculturas europeos, arte ruso, armas, arte oriental y las notables antigüedades clásicas, de la Antigua Grecia y el Imperio Romano.

Para comprender la dimensión del State Hermitage Museum, suele decirse que si un visitante quisiera dedicar un único minuto a contemplar cada una de las piezas expuestas, siguiendo los horarios que tiene el centro expositivo, necesitaría más de cinco años empleando siete horas diarias seis días a la semana sin pausas de ningún tipo. Es por eso que este museo, uno de los más antiguos del mundo solamente superado por el Uffizi de Florencia y cercanamente seguido por el Prado y el Louvre, requiere de visitas a áreas más o menos concretas o un visionado breve contemplando lo más esencial de sus diferentes departamentos. La pinacoteca petersburguesa cuenta además con presencia animal, y es que desde el siglo XVIII son varios los gatos que habitan en su interior.

Toni Castillo
Toni Castillo

La curiosidad a veces me pierde y la inquietud hace que me embarre. Pero sin la una y la otra no sería lo que soy. Me gusta lo sencillo, lo simple, tener respuestas y, si no las encuentro, sacar enseñanzas. Levantarse si se cae. Andar y no parar. Sin la tecnología no sería nadie, pero sin un pedazo de papel y un lápiz me encuentro perdido. De ciudad, pero de campo. De mar, pero de montaña. Hedonista de las pequeñas —y a veces grandes— cosas. Definirse no es sencillo, pero al menos lo he intentado.