Vista general del hotel Vivood de Benimantell en el valle de Guadalest
© Pablo Vazquez

Hotel Vivood, cuando la evasión y el lujo se integran con la naturaleza

Viajes

Lujo integrado en la naturaleza, evasión en la montaña con el confort de un alojamiento de primera. Los hoteles paisajísticos Vivood tienen esos valores y algunos más como emblema, y su primer hotel en el valle de Guadalest, en Benimantell, es el ejemplo.

En un privilegiado entorno de la provincia de Alicante, en el término municipal de Benimantell, un genuino complejo hotelero conjuga en una magistral fórmula el lujo y la evasión con la naturaleza. Vivood, que así es como se llama, nació como algo bien distinto. Daniel Mayo, arquitecto primordialmente preocupado por la sostenibilidad, se especializó en arquitectura a pequeña escala, de selecto diseño y sumo respeto al medio ambiente. Ese exclusivismo resultó en la creación de unos alojamientos ecofriendly, llamados con el mismo nombre que el actual hotel, prefabricados y plegables, pensados para colocar en plena naturaleza en integración plena con el entorno.

Una de las suites de Vivood© Pablo Vazquez

Un proyecto con el que acumuló experiencia, llamó la atención de inversores y, todo junto, le valió para poner en marcha la cadena de hoteles paisajísticos del mismo nombre, la que ya es una red pionera en destinos turísticos de diseño sostenible, e inaugurar el primero de los hoteles en el virginal valle de Guadalest, entre las alicantinas sierras de Aitana y la Serrella.

Los valores de Vivood, en los que se fundamente de principio a fin, son cinco: entorno, por su situación en parajes naturales, bien de mar o montaña; emoción, por la sensación que uno experimenta en contacto directo con la naturaleza, siendo parte de ella; encanto, por las comodidades, servicios y diseño de los alojamientos; exclusivo, por el lujo experimental y sostenible que proporciona la experiencia en este genuino hospedaje; y ecológico, por el respeto al medio ambiente de principio a fin, el aprovechamiento de recursos y el inapreciable impacto que provoca en el entorno.

Interior de uno de los alojamientos del hotel Vivood y sus vistas© Jabalí Studio

Este primer establecimiento hotelero se ubica en una finca, en pleno bosque de pino mediterráneo y terrazas naturales de olivos, almendros y alcornoques, con 84.000 metros cuadrados de superficie. En ella se distribuyen, notablemente separadas las unas de las otras, las veinticinco suites de lujo con las que cuenta el hotel paisaje Vivood, con un diseño arquitectónico de líneas puras y rectas, integradas con sumo mimo en el entorno, y las cuatro pool suites, idénticas al resto, pero con piscina-jacuzzi privados, terraza con vistas panorámicas provista de tumbonas y sombrillas, así como ciertos servicios adicionales.

Una mesa del restaurante Vivood con vistas© Amanda Glez

En todo el recinto se ofrece conexión a Internet gratuita mediante wifi de alta calidad, aunque en un lugar así precisamente esta comodidad sea lo de menos, existen puntos de relax con hamacas y se encuentra abierto a todos un restaurante y lounge bar con terraza al aire libre. En él, la filosofía más eco aparece de nuevo, como no podría ser de otro modo, y se materializa en una oferta gastronómica basada en el producto local, producido de forma ecológica, que se suma a la tendencia a la tendencia global del movimiento slow food. Placer y conocimiento de los alimentos, reflexividad sobre los ingredientes, recuperación de las técnicas de elaboración regionales y de los productos más tradicionales.

La piscina infinita del complejo Vivood en Benimantell© Amanda Glez

Al Vivood Landscape Hotel de Benimantell todo su concepto le ha valido, recientemente, el premio al mejor hotel en la categoría de hoteles en la naturaleza de Europa que concede la revista alemana GEO Saison. El jurado responsable del fallo señala la singularidad del establecimiento, la sostenibilidad de la que hace gala, su integración en el entorno natural y, además, el silencio, la calma y el relax que un viajero puede experimentar en sus instalaciones. Y razón no les falta.

Toni Castillo
Toni Castillo

La curiosidad a veces me pierde y la inquietud hace que me embarre. Pero sin la una y la otra no sería lo que soy. Me gusta lo sencillo, lo simple, tener respuestas y, si no las encuentro, sacar enseñanzas. Levantarse si se cae. Andar y no parar. Sin la tecnología no sería nadie, pero sin un pedazo de papel y un lápiz me encuentro perdido. De ciudad, pero de campo. De mar, pero de montaña. Hedonista de las pequeñas —y a veces grandes— cosas. Definirse no es sencillo, pero al menos lo he intentado.