Una de las mesas de un vagón salón del tren Al Andalus
Renfe

Al Andalus, el histórico tren de lujo

Viajes

Viajar a bordo del tren Al Andalus, uno de los tres turísticos de lujo de Renfe, es hacerlos a bordo de un palacio sobre ruedas. Un convoy que ofrece la mejor atención, la mejor gastronomía, los mejores espacios y, además, las mejores visitas.

En estos tiempos que corren, el tren Al Andalus circula entre las ciudades de Madrid y Santiago de Compostela en el itinerario Camino de Santiago, entre Sevilla y Madrid en el de la Ruta Extremeña y hace un recorrido por gran parte de Andalucía durante el itinerario homónimo a la comunidad.

Pero mucho antes de estos viajes, los vagones suites que lo conforman viajaron entre Calais, al norte de Francia, y la Costa Azul, al sur del país galo, desplazando a miembros de la monarquía británica. Conociendo este dato se entiende, no hay duda, de dónde procede tan notable refinamiento. Y es que el tiempo en él parece haberse detenido prácticamente hace un siglo, en la plena y felicísima Belle Époque.

El tren Al Andalus cruzando un puentoRenfe

El tren histórico de lujo Al Andalus, operado por Renfe, es un verdadero palacio. Lo es por ser una magna joya ferroviaria de principios del siglo XX, plenamente adaptada a nuestros tiempos, hecha a imagen y semejanza del mítico Orient Express. Por brindar a bordo, como muy pocos convoyes lo hacen en el mundo, un servicio exclusivísimo de atención y oferta gastronómica. Y por sumar a esa enorme y romántica experiencia las cuidadas actividades que se ofrecen a los viajeros en cada una de las paradas de las diferentes rutas que realiza desde los meses de primavera y hasta el otoño.

Cama de una de las 'suites' del tren Al AndalusRenfe

Sus suites se dividen en dos tipos: las estándar, con las dimensiones y el encanto con el que fueron concebidas originalmente, siendo prácticamente idénticas a los compartimentos en los que reposaba la realeza británica; y las superiores, que combinan con gran acierto la estética histórica del tren con todas las comodidades que en pleno siglo XXI un distinguido pasajero pueda requerir.

A las estancias privadas se suman las comunes, con los coches salones probablemente más amplios y espaciosos de los diversos trenes turísticos que circulan por el mundo. Son cuatro y todos ellos se construyeron en la misma época que los vagones que albergan los aposentos.

Un plato de pescado servido a bordo del tren Al AndalusRenfe

En ellos encontramos, salas de estar, una coqueta cafetería o el restaurante, donde se sirven cada día servicio de desayuno, comida y cena, imprimiendo en los diferentes platos la cocina más tradicional y exquisita de la zona que atraviese el convoy. Jamón ibérico, vino de jerez y rabo de toro en Andalucía, pescados, carnes y verduras de la gastronomía gallega o los fenomenales asados de la culinaria más castellana se dan cita con elaboraciones que, sin perder la esencia, derrochan también contemporaneidad.

El tren turístico de lujo Al Andalus, en sus tres diferentes rutas por la geografía española, ofrece viajes que van desde los siete días y las seis noches a los cuatro días y las tres noches, contando con una opción intermedia de seis días y cinco noches. 

Toni Castillo
Toni Castillo

La curiosidad a veces me pierde y la inquietud hace que me embarre. Pero sin la una y la otra no sería lo que soy. Me gusta lo sencillo, lo simple, tener respuestas y, si no las encuentro, sacar enseñanzas. Levantarse si se cae. Andar y no parar. Sin la tecnología no sería nadie, pero sin un pedazo de papel y un lápiz me encuentro perdido. De ciudad, pero de campo. De mar, pero de montaña. Hedonista de las pequeñas —y a veces grandes— cosas. Definirse no es sencillo, pero al menos lo he intentado.