Una usuaria del Balneario Caldes de Boí
Balneario Caldes de Boí

5 maravillosos balnearios y spas en los Pirineos

Viajes
Nos marchamos hasta los Pirineos para encontrar algunos de los más destacados balnearios y 'spas' de este enclave natural, conocido por sus aguas desde la antigua Roma.

Los antiguos romanos fueron los primeros en conocer las maravillosas virtudes tanto terapéuticas como relajantes que poseían las aguas termales de los Pirineos. Ellos fueron los primeros en considerarlas y aprovecharlas, una costumbre que continuó a lo largo del tiempo con cierta discreción hasta el siglo XIX y principios del XX. Fue en ese momento cuando los centros de la cordillera montañosa que une la península ibérica con el continente europeo se convirtieron en punto de encuentro de la nobleza y las familias más adineradas de toda Europa.

Tras un periodo de declive, motivado en gran medida por la Segunda Guerra Mundial, las aguas termales de este fascinante enclave han vuelto a florecer al amparo del creciente interés por el bienestar y la salud. Y para muestra, nada mejor que recorrer cinco de los más significativos balnearios y spas de los Pirineos.

Resort Balneario Panticosa, Panticosa (España)

Resort Balneario Panticosa, Panticosa (España)Garrondo editada con licencia CC BY-SA 3.0

Situado a exactamente 1.636 metros de altitud, el Resort Balneario Panticosa está cerca de algunas de las más altas cumbres pirenaicas oscenses. Es allí, en el corazón del Pirineo aragonés, donde este espacio de 8.500 metros cuadrados ofrece todo el poder del agua termal de Panticosa y el bienestar que proporciona este espacio natural. Lo hace a través de dos spas termales, unas termas y dos hoteles de lujo.

Aquensis, Bagnères de Bigorre (Francia)

Balenario Aquensis, Bagnères de BigorreAquensis, Bagnères de Bigorre

El centro termolúdico de Aquensis, en la ciudad francesa de Bagnères de Bigorre, era conocido antaño como «el Atenas de los Pirineos». En este espacio, situado en un ala modernamente acondicionada del Casino de Bagnères del siglo XIX, el visitante puede disfrutar de una zona de descanso con una gran piscina, saunas o jacuzzis con agua termal a 33 grados, espacios de cuidados con cabinas de masajes o tratamientos y espacios en los que ponerse en forma activamente.

Balneario Caldes de Boí, Caldes de Boí (España)

Instalaciones del Balneario Caldes de BoíBalneario Caldes de Boí

Situado en pleno Valle del Boí, a 1.500 metros de altura, rodeado por unos parajes naturales realmente singulares, el Balneario Caldes de Boí ofrece piscina climatizada con agua mineromedicinal, una zona de circuito termal, diversas saunas, jacuzzis, vaporariums, salas de inhalaciones de vapores, un buen número de duchas terapéuticas, estufas naturales y cabinas de masaje. Además, si el usuario también desea descansar en ese mismo lugar, dispone de un hotel contiguo al complejo, el Hotel Manantial.

Balnéa, Louron (Francia)

Balnéa, balneario en el pirineo francésBalnéa

En el valle de Louron, en la zona más profunda próxima a Ainsa, St. Lary y Luchon, se encuentra un centro termal que a través de sus instalaciones muestra de la forma más práctica cómo diferentes civilizaciones y culturas han aprovechado las aguas termales. Balnéa recoge conocimientos de tibetanos, tribus de Norteamérica o los antiguos romanos para aplicarlos en sus visitantes, que disfrutan de tratamientos que difícilmente podían disfrutar en otros lugares.

Caldea-Inúu, Escaldes (Andorra)

Cascadas de Caldea-InúuCaldea-Inúu

Caldea-Inúu es el dominio termal más grande del sur de Europa, un centro wellness que cuenta con cuatro espacios diferenciados donde poder disfrutar del agua termal de este punto de los Pirineos, dotada de un alto grado de mineralización. Esta característica es la que les brinda propiedades analgésicas, cicatrizantes, descongestionantes o antialérgicas, siendo además destacable la temperatura natural a la que brota, cercana a los 70 grados centígrados.

Toni Castillo
Toni Castillo

La curiosidad a veces me pierde y la inquietud hace que me embarre. Pero sin la una y la otra no sería lo que soy. Me gusta lo sencillo, lo simple, tener respuestas y, si no las encuentro, sacar enseñanzas. Levantarse si se cae. Andar y no parar. Sin la tecnología no sería nadie, pero sin un pedazo de papel y un lápiz me encuentro perdido. De ciudad, pero de campo. De mar, pero de montaña. Hedonista de las pequeñas —y a veces grandes— cosas. Definirse no es sencillo, pero al menos lo he intentado.