Vista frontal de un Aston Martin DBS clásico
Aston Martin

Aston Martin DBS, al servicio de su majestad

Coches

Este gran turismo de excepcionales características fue el buque insignia de Aston Martin desde 1967 a 1972 y fue recuperado en 2007 en una versión actualizada.

El extraordinario diseño y calidad de los vehículos construidos por Aston Martin siempre ha despertado un gran entusiasmo entre los aficionados al mundo del motor, pero gracias a coches como el Aston Martin DBS lograron dar el salto al gran público gracias a su aparición en películas tan populares como Al servicio de su majestad (1969) con James Bond al volante. Este modelo también apareció en una de las series de televisión más populares de los años 70, Los persuasores.

No es para menos. Sucesor del Aston Martin DB6, el DBS montaba un motor de seis cilindros en línea de cuatro litros con 283 caballos de potencia. Siguiendo la línea anterior, el cupé era un 2+2 de gran tamaño y con una potencia descomunal, pero se cambiaron las líneas anteriores por unos ángulos mucho más agresivos, con una entrada de aire característica que ha acompañado a numerosos modelos de Aston Martin. También se cambió su rejilla frontal, dando más presencia al logo de la marca.

Vista trasera de un Aston Martin DBS clásicoAston Martin

En 1969 se trabajó de nuevo en el DBS, presentando una nueva motorización V8 de cinco litros. Este coche fue en su momento el coche de producción con cuatro asientos más rápido del mundo. Se hizo un poco más pesado que el modelo anterior, pero esto no afectaba a su rendimiento, superando los 250 kilómetros por hora con facilidad. Sólo se fabricaron 402 DBS V8 hasta 1972, momento en el cual se abandonaría la denominación DBS hasta el nuevo modelo de 2007.

Modelo de producción del Aston Martin DBSAston Martin

Hoy en día, estos modelos DBS son, como todos los grandes coches de Aston Martin, verdaderas piezas de coleccionismo. Y no es para menos: todos los coches de la marca británica se montaban a mano con un cuidado exquisito. Para producir cada DBS se tomaban nada más y nada menos que 1200 horas de trabajo. Todo un coche artesanal al alcance de solo unos pocos elegidos.

Alfredo Álamo
Alfredo Álamo

Escritor, soñador, amante de los viajes largos y sin prisa, disfruto tanto con las cosas sencillas como con los últimos gadgets tecnológicos, con los lugares solitarios y los conciertos abarrotados, la comida tradicional y la nueva gastronomía. Contradicciones, creo, que hacen la vida mucho más interesante.